miércoles, 30 de septiembre de 2015

Mulas y soldaditos


133-Narcos-BunkerLa mayoría de los acusados por tráfico de estupefacientes son mujeres y pibes jóvenes de barrios marginales. El caso de los chicos de un búnker de Rosario que resultaron ser víctimas de explotación laboral
Por Sebastián Ortega
Artículo disponible en http://www.lapulseada.com.ar/site/?p=10085 

Ingrid aceptó el trabajo: 4 mil dólares por viajar desde La Paz -Bolivia- hasta Buenos Aires, y luego embarcarse en un avión hacia Europa con una cápsula de cocaína en la vagina y otras 83 adheridas con una faja en el estómago. Pensaba usar ese dinero para pagar la cirugía auditiva de su hija. La detuvieron en Ezeiza y la condenaron a cuatro años y siete meses de prisión.
La historia de Ingrid forma parte del libro “Encarcelamientos por delitos relacionados con estupefacientes en Argentina” que escribió el abogado Alejandro Corda, de la Asociación Civil Intercambios, quien durante años entrevistó a migrantes pobres detenidas en el país. Según el estudio, aproximadamente el 70% de las mujeres que están en prisión cayeron por delitos relacionados con drogas. El 90% de ellas son extranjeras, en su mayoría de países latinoamericanos. Este número creció con los años. En 1995, las mujeres condenadas por infracción a la ley 23.737 componían el 45,7 por ciento de la población carcelaria; en 2006, de acuerdo con un informe de la Defensoría General de la Nación, en dos unidades distintas alcanzaban el 65 y el 72 por ciento (ver más en “La ley de drogas criminaliza a las mujeres“)

viernes, 25 de septiembre de 2015

Prácticas de trabajo en drogas

http://issuu.com/federiconantes/docs/goltzman-y-amor__n-pr__cticas-de-tr/1

“Hacer que otra política de drogas sea posible es demostrar que efectivamente es posible. Que hay modos de intervenir en el problema que no están regidos únicamente por la lógica de la cura o el control, que implican construcciones colectivas, que consideran contextos particulares y, sobre todo, que son transferibles”



miércoles, 23 de septiembre de 2015

“Efecto natural del manicomio”

Por Mario Woronowski *
http://www.pagina12.com.ar/diario/psicologia/9-281815-2015-09-17.html

“La Ley de Salud Mental, ¿es inaplicable?” Esta pregunta está presente en muchas discusiones acerca de la Ley Nacional de Salud Mental 26.657. Suele escucharse que, si bien el espíritu de la Ley es en sí loable, la misma adolece desde su misma concepción de fallas que la tornan inviable. Al decir de quienes esto afirman, inaplicable. Esta afirmación suele provenir de dos posiciones que, aunque muchas veces se encuentren defendiendo las mismas consignas, surgen de fuentes y de actores diferentes. No apreciar esa diferencia sería un error de graves consecuencias políticas.

Por un lado, encontramos a los habituales voceros de los privilegios corporativos. Es interesante seguir su derrotero. Mientras la ley fue proyecto, centraron sus ataques en las apocalípticas consecuencias que tendría su aprobación. Al mismo tiempo, se abstenían de participar en los numerosos foros de discusión que se realizaron entonces, mientras anunciaban que esos males serían el resultado de no haber sido consultados. Esos argumentos se desplegaron con máxima intensidad ante la Cámara de Senadores de la Nación, sin impedir que la ley fuese sancionada con acuerdo de todos los bloques.

El paso siguiente fue el intento de incidir en la reglamentación, que tampoco tuvo éxito. Desde entonces, la estrategia elegida fue declarar el acuerdo con los principios generales de la ley, y lo inviable de su implementación efectiva. ¿La razón? Se trataría de una ley de derechos humanos, que nada entiende de las complejidades de las que sólo la ciencia (entiéndase por tal la psiquiatría tal cual la conciben esas posturas corporativas) puede hacerse cargo. El interés del argumento elegido reside en sus efectos, ya que al establecer una contradicción entre el enfoque de derechos y los saberes e incumbencias propios de la atención del padecimiento mental, genera alrededor de las tareas asistenciales un halo de extraterritorialidad donde quedarían en suspenso los derechos y garantías de las personas.

miércoles, 5 de agosto de 2015

Políticas de drogas: prevención, participación y reducción del daño

Por Oriol Romaní

Salud colectiva v.4 n.3 Lanús sept./dic. 2008

 


Políticas de drogas: prevención, participación y reducción del daño (a)
Drug Policies: prevention, participation and harm reduction
Oriol Romaní1
1 Licenciado en Geografía e Historia (Antropología Cultural), Universidad de Barcelona. Doctor en Antropología Cultural, Universidad de Barcelona. Coordinador MasterAntropología Médica y Salud Internacional, Universidad "Rovira i Virgili", Tarragona.Presidente de Grup Igia, Barcelona, España. oriol.romani@urv.cat
RESUMEN
Este texto, después de una introducción al campo de las drogas, se inicia con el abordaje del concepto de prevención general, desde la perspectiva teórica de la antropología médica, para después abordar, de forma más específica, la prevención en dicho campo. Tanto en un nivel como en el otro, la participación de los propios interesados se revela como un elemento clave para su posible eficacia. Para ejemplificar la discusión se analizarán las aportaciones preventivas de los programas de reducción del daño en distintos ámbitos geográficos y temáticos como son, en este último caso, el de los consumos endovenosos de adultos socialmente "marginales" y el de los consumos de jóvenes "integrados" en contextos de ocio nocturno. En la última parte se plantea la necesidad de incorporar técnicamente la participación en las políticas y programas preventivos en el campo de las drogas, así como de ir creando un marco general más coherente con la potenciación de dicha participación que el predominante en la actualidad; para finalizar con unas reflexiones acerca del alcance teórico-político del concepto de reducción del daño.
PALABRAS CLAVE: Drogas Ilícitas; Políticas Públicas de Salud; Reducción del Daño; Antropología; Abuso de Sustancias por Vía Intravenosa.
ABSTRACT
After and introduction to the topic of drugs, this paper deals first with the concept of general prevention from the theoretical perspective of Medical Anthropology and then specifically with prevention in such field. At both levels, a key element is the participation of the ones involved. Preventive contributions to the programs of harm reduction will be analyzed in different environments such as the one of the intravenous consumption of "outcasts" and the consumption of the youngsters "integrated" to nocturnal-sloth-contexts. At the end, the article states the necessity to incorporate technically, the participation in the preventive programs and policies of drugs and to create a more coherent general framework than the existing one, finishing with some reflections about the concept of harm reduction.
KEY WORDS: Street Drugs; Health Public Policy; Harm Reduction; Anthropology; Substance Abuse, Intravenous.

DROGAS Y AUTOATENCIÓN
Antes de hablar de la prevención de aquellos aspectos conflictivos, desde el punto de vista social y sanitario, relacionados con los usos de drogas, deberemos precisar brevemente qué entendemos por esta cuestión, es decir, por uso de drogas: se trata del fenómeno de la incorporación al organismo humano de unas sustancias químicas, con unas características farmacológicas que actúan sobre todo a nivel psicotrópico, pero cuyas consecuencias, funciones, efectos y significados son el producto de las definiciones sociales, culturales, económicas y políticas que las diferentes formaciones sociales (grupos, colectivos e individuos) elaboran, negocian y/o disputan en el marco histórico en el que se sitúan sus prácticas. Como ya planteara hace unos años Zinberg (1), para entender la variabilidad de efectos de las drogas no podemos disociar la sustancia consumida del sujeto consumidor ni del contexto donde se da el acto de consumo. Esto es así porque una cosa es el laboratorio y otra distinta son las condiciones, materiales y simbólicas, en las que los sujetos, en su vida cotidiana, consumen el producto-droga. Son variadas las personas que las consumen (por su estructura físico-psíquica), los grupos en los que viven, que dan un sentido u otro (pautado culturalmente) al hecho de consumirla y, por lo tanto, a la utilidad social que se atribuye a la droga, en fin, las expectativas culturales con que se consumen, las condiciones sociales en que se hace, las formas de obtener el producto, las dosificaciones que cada cual consume, las técnicas de uso y la calidad del producto obtenido, además de las circunstancias concretas en las que se hace y otros aspectos menos relevantes. Todo esto modifica sustancialmente los propios efectos de las drogas, tanto subjetivos como objetivos, en lo inmediato y en el mediano o largo plazo (2 p.51-60) (b). Los usos de drogas, como fenómeno universal que son, se hallan imbricados muchas veces en la autoatención, un aspecto central dentro de los procesos de salud/ enfermedad/atención.
La autoatención en salud se refiere al hecho de que en todo grupo social se dan con cierta frecuencia y continuidad episodios de daños, padecimientos o enfermedades, y ante esto surge la necesidad del individuo y su entorno inmediato de establecer acciones para resolver estos problemas. En sociedades que no tienen o no tuvieron especialistas ni instituciones específicas, éste era el único medio de atención. En cambio en las sociedades contemporáneas, progresivamente más complejas y globalizadas, la autoatención deviene el nivel primario de atención entre los microgrupos, previa a la atención primaria institucional (c).

miércoles, 15 de julio de 2015

Resumen de la 13º Conferencia Nacional sobre Políticas de Drogas



https://conferenciadrogas2015.files.wordpress.com/2015/07/20150703_conf_politicas_de_drogas_09.jpg



“Acompañe. No castigue”
La frase refiere a los usuarios de drogas y es la adaptación de la campaña global #supportdontpunish que Intercambios realizó para las acciones locales. Resume, en esencia, las conclusiones de los debates que tuvieron lugar en los diferentes paneles de esta nueva edición de la Conferencia Nacional sobre Políticas de Drogas


Más de cuatrocientos asistentes de variados puntos del país, llegaron al Senado de la Nación en la Ciudad de Buenos Aires para presenciar exposiciones y debatir con funcionarios públicos, académicos y especialistas; junto a organizaciones de la sociedad civil y activistas. Organizada por la Asociación Civil Intercambios por décimo tercer año consecutivo, y en el marco de los festejos por los 20 años de vida de la institución, la Conferencia continúa siendo un necesario espacio de discusión.


“Desfederalizar las competencias en drogas es un asunto espinoso”

En la ceremonia de apertura, la Ministra de Seguridad de la Nación María Cecilia Rodriguez reconoció la complejidad de la cuestionada Ley de Desfederalización. La ministra dijo que “desfederalizar las competencias en drogas es un asunto espinoso por la complejidad del delito, de carácter transfronterizo y con delitos asociados como la trata”.  Explicó además que “encontrar un camino para desarmar las redes de tráfico implica un esfuerzo multiagencial” y dejó en claro que “perseguir el menudeo tiene escasos resultados a la hora de desbandar a las redes de narcotráfico”Por último destacó una “mayor presencia y articulación con el sistema judicial, y todo tipo de tecnologías para el reconocimiento de sustancias ilegales”.

En tanto, Gabriel Lerner, flamante Secretario de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (SEDRONAR) resaltó que “las políticas sociales deben evitar la criminalización de usuarios de sustancias” aclarando que “hubo rediseño de cuestiones hacia adentro del Estado, pero hay que reformar la ley”.
También analizó el marco internacional de cara a la Sesión Especial de la Asamblea de Naciones Unidas sobre drogas UNGASS 2016. Al respecto, se refirió a la experiencia uruguaya: “Uruguay ha tomado un camino propio, creativo, y tiene que pararse frente al mundo y decir tenemos derecho a esta política; por eso el contexto es importante”. “Hacia UNGASS 2016 existe una tensión entre las convenciones y los tratados de derechos humanos” y en este sentido concluyó en que “no hay discusión en la preeminencia de los acuerdos por derechos humanos”.
Respecto al plano local, expresó que “ha habido avances en la detección de precursores químicos que habilitan la producción”. Además señaló que “planteos como el de Intercambios han tenido momentos de recepción y otros de aislamiento. No siempre han encontrado receptividad y escucha. Quiero hacer un reconocimiento a esa tarea”.

La Presidenta de Intercambios Asociación Civil Graciela Touzé, señaló que “el actual enfoque de las políticas de drogas, centradas mayormente en políticas represivas, es lo que genera mayor ruptura de lazos sociales, marginalización, estigmatización y discriminación”.
Además, tomando como referencia la campaña global #supportdontpunish, expresó que “Acompañe, no castigue es también nuestro lema para que más organizaciones de la sociedad civil tengan un mayor protagonismo y una voz más reconocida por los Estados en el tablero de las políticas de drogas”; que “Acompañe, no castigue se expresa en una carta que Intercambios firmó junto a una amplia coalición de más de 100 organizaciones para que las Naciones Unidas respeten a los países que se alejan del paradigma prohibicionista”; que “Acompañe, no castigue en Argentina es reiterar el reclamo para que se despenalice la tenencia de estupefacientes y el cultivo para consumo personal”; y que “Acompañe, no castigue en Argentina es insistir por la plena implementación de la Ley Nacional de Salud Mental ycontinuar reclamando un firme compromiso con el enfoque de reducción de daños”, entre otros reclamos como la proporcionalidad de las penas en los delitos vinculados con drogas y la incorporación de una perspectiva de género.

lunes, 29 de junio de 2015

Variaciones para educar adolescentes y jóvenes - notas


Débora Kantor (2008) Variaciones para educar adolescentes y jóvenesBuenos Aires: Del estante editorial.

Disponible en:  http://issuu.com/federiconantes/docs/d__bora_kantor_-_variaciones_para_e 

CAPÍTULO 1. Rasgos de las nuevas adolescencias y juventudes
CAPÍTULO 2. Puntuaciones sobre consumos y producciones culturales de adolescentes y jóvenes 
CAPÍTULO 3. Adultos en jaque
CAPÍTULO 4. El mandato de la prevención en discusión 
CAPÍTULO 5. La participación y el respeto de los intereses: la complejidad de un enunciado 
CAPÍTULO 6. A propósito de la «otra» educación 
ANEXO: Diálogos

Extractos del texto:

(...) 

¿Cómo nos alcanza el discurso hegemónico que estigmatiza a adolescentes
y jóvenes, impregnando las miradas y sesgando el vínculo con ellos/as?,
¿qué podemos hacer para contrarrestarlo y para sostener otras apuestas?, ¿por
qué repensar la figura del adulto para persistir en educar en torno a la confianza,
la autoridad y la responsabilidad, desmarcándonos de las ilusiones
redentoras que a menudo sustentan las intervenciones?, ¿cómo convivimos,
en tanto referentes de adolescentes y jóvenes, con la multiplicidad de ofertas
identitarias que conlleva la cultura contemporánea y el mercado de consumo
cada día más potente y más eficaz?, ¿cuáles son algunos de los nuevos significados
del «tiempo libre» (y del trabajo en él) en las condiciones actuales?,
¿cómo resguardamos la calidad y el sentido de lo que ofrecemos, desafiando
segmentaciones e injusticias?

Estas y otras tantas preocupaciones reaparecen en los diferentes capítulos
del libro. Es en torno a ellas que apostamos a la búsqueda de un saber
sobre lo que hacemos, sobre las condiciones del hacer, sobre cómo pensamos
lo que hacemos, sobre aquellos con quienes trabajamos… Un saber que no
resulte clausurante para el propio trabajo y, en consecuencia, para quienes
están abocados a la tarea de crecer.

miércoles, 24 de junio de 2015

El impacto de las políticas de drogas en las mujeres




Las leyes punitivas sobre las drogas implican una pesada carga sobre las mujeres, y en consecuencia sobre los niños y niñas de quienes frecuentemente son las principales cuidadoras.

Todas las personas que usan drogas afrontan la estigmatización y discriminación, pero las mujeres son más propensas que los hombres a ser severamente denigradas, como madres "no aptas" y como personas "caídas" de la sociedad.

Este documento de Open Society Foundations aborda la dimensión de género de las políticas de drogas y las leyes, mostrando las cargas que ponen sobre mujeres y niñas las políticas mal concebidas y los servicios inadecuados.