Por Oriol Romaní
Salud colectiva v.4 n.3 Lanús sept./dic. 2008
Políticas de drogas: prevención, participación y reducción del daño (a)
Drug Policies: prevention, participation and harm reduction
Oriol Romaní1
1 Licenciado en Geografía e Historia (Antropología Cultural), Universidad de Barcelona. Doctor en Antropología Cultural, Universidad de Barcelona. Coordinador MasterAntropología Médica y Salud Internacional, Universidad "Rovira i Virgili", Tarragona.Presidente de Grup Igia, Barcelona, España. oriol.romani@urv.cat
RESUMEN
Este texto, después de una introducción al campo de las drogas, se inicia con el abordaje del concepto de prevención general, desde la perspectiva teórica de la antropología médica, para después abordar, de forma más específica, la prevención en dicho campo. Tanto en un nivel como en el otro, la participación de los propios interesados se revela como un elemento clave para su posible eficacia. Para ejemplificar la discusión se analizarán las aportaciones preventivas de los programas de reducción del daño en distintos ámbitos geográficos y temáticos como son, en este último caso, el de los consumos endovenosos de adultos socialmente "marginales" y el de los consumos de jóvenes "integrados" en contextos de ocio nocturno. En la última parte se plantea la necesidad de incorporar técnicamente la participación en las políticas y programas preventivos en el campo de las drogas, así como de ir creando un marco general más coherente con la potenciación de dicha participación que el predominante en la actualidad; para finalizar con unas reflexiones acerca del alcance teórico-político del concepto de reducción del daño.
PALABRAS CLAVE: Drogas Ilícitas; Políticas Públicas de Salud; Reducción del Daño; Antropología; Abuso de Sustancias por Vía Intravenosa.
ABSTRACT
After and introduction to the topic of drugs, this paper deals first with the concept of general prevention from the theoretical perspective of Medical Anthropology and then specifically with prevention in such field. At both levels, a key element is the participation of the ones involved. Preventive contributions to the programs of harm reduction will be analyzed in different environments such as the one of the intravenous consumption of "outcasts" and the consumption of the youngsters "integrated" to nocturnal-sloth-contexts. At the end, the article states the necessity to incorporate technically, the participation in the preventive programs and policies of drugs and to create a more coherent general framework than the existing one, finishing with some reflections about the concept of harm reduction.
KEY WORDS: Street Drugs; Health Public Policy; Harm Reduction; Anthropology; Substance Abuse, Intravenous.
DROGAS Y AUTOATENCIÓN
Antes de hablar de la prevención de aquellos aspectos conflictivos, desde el punto de vista social y sanitario, relacionados con los usos de drogas, deberemos precisar brevemente qué entendemos por esta cuestión, es decir, por uso de drogas: se trata del fenómeno de la incorporación al organismo humano de unas sustancias químicas, con unas características farmacológicas que actúan sobre todo a nivel psicotrópico, pero cuyas consecuencias, funciones, efectos y significados son el producto de las definiciones sociales, culturales, económicas y políticas que las diferentes formaciones sociales (grupos, colectivos e individuos) elaboran, negocian y/o disputan en el marco histórico en el que se sitúan sus prácticas. Como ya planteara hace unos años Zinberg (1), para entender la variabilidad de efectos de las drogas no podemos disociar la sustancia consumida del sujeto consumidor ni del contexto donde se da el acto de consumo. Esto es así porque una cosa es el laboratorio y otra distinta son las condiciones, materiales y simbólicas, en las que los sujetos, en su vida cotidiana, consumen el producto-droga. Son variadas las personas que las consumen (por su estructura físico-psíquica), los grupos en los que viven, que dan un sentido u otro (pautado culturalmente) al hecho de consumirla y, por lo tanto, a la utilidad social que se atribuye a la droga, en fin, las expectativas culturales con que se consumen, las condiciones sociales en que se hace, las formas de obtener el producto, las dosificaciones que cada cual consume, las técnicas de uso y la calidad del producto obtenido, además de las circunstancias concretas en las que se hace y otros aspectos menos relevantes. Todo esto modifica sustancialmente los propios efectos de las drogas, tanto subjetivos como objetivos, en lo inmediato y en el mediano o largo plazo (2 p.51-60) (b). Los usos de drogas, como fenómeno universal que son, se hallan imbricados muchas veces en la autoatención, un aspecto central dentro de los procesos de salud/ enfermedad/atención.
La autoatención en salud se refiere al hecho de que en todo grupo social se dan con cierta frecuencia y continuidad episodios de daños, padecimientos o enfermedades, y ante esto surge la necesidad del individuo y su entorno inmediato de establecer acciones para resolver estos problemas. En sociedades que no tienen o no tuvieron especialistas ni instituciones específicas, éste era el único medio de atención. En cambio en las sociedades contemporáneas, progresivamente más complejas y globalizadas, la autoatención deviene el nivel primario de atención entre los microgrupos, previa a la atención primaria institucional (c).